Citröen Road Show 2012: Un éxito en Buenos Aires

La tercera edición del CITROËN ROADSHOW superó todas las expectativasy colmó la adrenalina de un público fiel y colorido que desde temprano pobló el circuito.

Los pilotos e la escuadra, Sébastien Loeb, Mikko Hirvonen y Thierry Neuville dieron otra lección de manejo y se llevaron el cariño incondicional de los fanáticos. Pero no fue todo, se completaron dos acciones solidarias, desfilaron los grandes autos de la historia de la Marca y el CITROËN DS4 se robó las primeras miradas.

Se sabe que el público argentino es reconocido -en varias disciplinas artísticas y deportivas-, por su fervor y fanatismo. El CITROËN ROADSHOW lo confirmó.

La afluencia de gente fue una constante desde la mañana temprano y se reunió frente a las escalinatas de la Facultad de Derecho, en el barrio porteño de Recoleta, para presenciar otra edición que quedó grabada a fuego y se inscribe en la historia de los grandes eventos de la Ciudad de Buenos Aires: ovaciones, color, aplausos y la pasión de rally vivida casi como si fueran las mismas sierras cordobesas.

La organización preparó todo para que la fiesta fuera completa y nada falló. El sol acompañó desde el inicio de la mañana, con los acondicionamientos finales de circuito, y promediando el mediodía se instaló como un espectador de lujo.

Puntualmente, un sobrio Raúl Barceló y una radiante Andrea Frigerio, los conductores del evento, presentaro primero una acción especial: se efectivizó por parte de la Marca y dentro del Programa Guardianes de la Educación la donación de una unidad CITROËN C4 a una escuela Técnica de la Ciudad de Buenos Aires.

Los primeros aplausos fueron para los desfiles previos, donde se admiraron muchos de los vehículos que hicieron de CITROËN una marca legendaria, asociada a la tecnología y la innovación desde sus inicios. Mientras tanto en los domos -montados en las escalinatas de la Facultad de Derecho- se reunían los invitados, celebridades, autoridades del Gobierno de la Ciudad –el evento contó con el auspicio de la Subsecretaría de Deportes– y los principales directivos de la Marca.

El ambiente fue tomando temperatura y hacia las 15:00 horas era claramente festivo y familiar: se palpó desde temprano la ansiedad por escuchar el ronquido apabullante de los CITROËN DS3 WRC arañando el asfalto de la Av. Figueroa Alcorta. Finalmente se habilitó la pista y la primera salida hizo estallar la platea. Con Sébastien Loeb y todo el elenco de team oficial (Mikko Hirvonen y Thierry Neuville) el show desató la ovación.

El circuito, vallado en toda su extensión y respetando las normativas de seguridad, permitió el lucimiento de autos y pilotos con una serie combinada de saltos, giros de 180º (que la muñeca del multicampeón transformó en 360º) y aceleraciones brutales que dieron magnitud real de la potencia que desarrolla el automóvil Campeón del Mundo 2011. El recorrido fue especialmente trazado para disfrutar de la exhibición y potencia desde adentro y desde afuera.

Se sucedieron así las mangas previstas y entre los invitados a vivir la experiencia se contó con Luis Basavilbaso, Director de CITROËN Argentina, y todavía exultante por las sensaciones al lado de Loeb, destacó: “Es una fiesta fantástica, tanto esfuerzo valió la pena y es la mejor manera de devolver a la gente tanto cariño para con nuestro equipo”.

Distintos canales de televisión transmitieron en vivo las imágenes de Gonzalo Valenzuela –llegó acompañado de Juana Viale– y Benjamín Vicuña, entre otros, felices con su participación. Por la mañana se había rodado una secuencia del programa “Graduados” (Telefé) en la que participó Sébastien Loeb.

El francés asumió el papel del favorito de la tribuna y se mostró cómodo y distendido: “Este encuentro es casi un clásico. Me gusta como la gente vive el rally en Argentina, se nota una pasión genuina”.

Respecto de las posibilidades frente a la carrera que se larga el 26, señaló: “Como siempre venimos mentalizados para ganar”. En palabras de la persona que se llevó los últimos ocho títulos mundiales no es un detalle menor.

Esta fue la tercera edición del CITROËN ROAD SHOW, el primero fue en 2009 frente al Monumento de los Españoles con un debut que causó sensación: por primera vez la categoría mayor del Rally Mundial ofrecía un espectáculo de este tipo y la segunda en 2011 el Obelisco ratificó el éxito de la idea.

Las sorpresas estuvieron a la orden del día: hubo uno de máxima tensión cuando una persona del público fue premiada, al azar, para participar de una vuelta arriba del CITROËN DS3 WRC. Toda la tarde hubo un circuito de televisión cerrado para que la gente pudiera apreciar el show a través de pantallas gigantes.

Las instalaciones lucieron a pleno y todo tuvo un color muy especial: la fiesta del WRC en un lugar tan insólito se llevó los comentarios mayoritarios. La visión desde el puente peatonal de Av. Figueroa Alcorta de todo el recorrido -hasta la "la flor gigante"- fue magnífica. Las promotoras repartieron gorras y después de la última salida programada todo el plantel de pilotos y navegantes se entregó a las fotos con el público y la firma de autógrafos.

Cerca del cierre se concretó otra acción solidaria con la firma del casco que usa habitualmente Sébastien Loeb para ser puesto a subasta en internet (hasta el miércoles 25 de abril) donde todo lo recaudado se destinará a la Organización “Un techo para mi país”: http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-147810359-casco-autografiado-por-sebastian-loeb-articulo-solidario-_JM. Y el broche final fue para la foto oficial de todo CITROËN TOTAL WORLD RALLY TEAM y la conferencia de prensa.

Para la Marca concretar un espectáculo de esta dimensión significó un esfuerzo de magnitud y muchísimas personas trabajaron incansablemente para que el CITROËN ROADSHOW tuviera el éxito esperado. Nada falló y CITROËN demostró, una vez más, que traer la magia y el ruido del Rally Mundial a Buenos Aires es posible.